Estaba deseando que llegara el
día de hoy, no me gustan las fiestas de navidad.
En principio en el DSM-IV (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos
mentales, para las personas que no estáis en la materia), no creo recordar la descripción de un
trastorno de estas características así me
quedo más tranquila. Bromas aparte, me gustaría hacer
una reflexión con perspectiva de género respecto a estas fechas y que antes que
yo ya lo hizo Rubén Sánchez en su fantástico blog “El dit a la nafra”.
Y es que es en estos días cuando,
a pequeña escala, se visualiza la asignatura pendiente de la igualdad de
oportunidades, al fin y al cabo las familias no son más que microsociedades y
un claro reflejo de nuestra sociedad. Es en esta época del año donde se hace
más evidente, por lo menos para mis ojos, las desigualdades que hemos heredado
y que siguen ahí.
Llegó la Navidad, y con ella las reuniones familiares en las que nuestras madres y suegras se pasan el día en la cocina para el disfrute familiar, con la ayuda de sus compañeros ya jubilados, con la diferencia de que sus hijos e hijas ya “son mayores” y tienen su propia familia, pudiéndose librar algunos días del secuestro culinario, y ahí es donde entramos en escena la nueva generación, en mi caso hombres y mujeres que estamos alrededor 40 años y ¿cuál debe ser el rol femenino aceptado socialmente en estas fechas?:
La cocina doméstica es femenina:
Nos hemos incorporado al ámbito público pero la esfera doméstica sigue siendo territorio femenino, así aún cuando tu compañero/marido sepa dónde se guardan en casa los vasos, cubiertos o cualquier otro objeto del ámbito de la cocina, lo más probable es que tus invitados e invitadas te pregunten a ti, mujer ¿dónde puedo encontrar un vaso?
Durante la comida tus invitados e invitadas te reconocerán el trabajo hecho, aunque tu compañero/marido haya colaborado a partes iguales en la preparación, ya que se sobreentiende que algo tan bueno realizado en el ámbito doméstico lo ha realizado la mujer, otro cantar sería si el ágape se realiza en un restaurante, donde se supondrá que lo habrá elaborado el Chef, no la Chef.
Nos hemos incorporado al ámbito público pero la esfera doméstica sigue siendo territorio femenino, así aún cuando tu compañero/marido sepa dónde se guardan en casa los vasos, cubiertos o cualquier otro objeto del ámbito de la cocina, lo más probable es que tus invitados e invitadas te pregunten a ti, mujer ¿dónde puedo encontrar un vaso?
Durante la comida tus invitados e invitadas te reconocerán el trabajo hecho, aunque tu compañero/marido haya colaborado a partes iguales en la preparación, ya que se sobreentiende que algo tan bueno realizado en el ámbito doméstico lo ha realizado la mujer, otro cantar sería si el ágape se realiza en un restaurante, donde se supondrá que lo habrá elaborado el Chef, no la Chef.
Por cierto, has de saber que si has trabajado todo el día en tu actividad profesional habitual y has ido como loca para tenerlo preparado, tiene más mérito.
La limpieza post fiesta también:
En el momento de recoger la mayoría te querrán ayudar, a ti mujer, y lo harán evidente con un “te ayudo” seguido de tu nombre, porque no nos están ayudando a ambos dos, están ayudando a la mujer, haciendo de nuevo evidente que este es tu trabajo. Y la publicidad te lo recuerda diariamente, en Navidades o no, algunos ejemplos: eres una supermami, la gestora y ejecutora de las tareas domésticas...eso sí, se puede hacer con mucha alegría y marcha.
En el momento de recoger la mayoría te querrán ayudar, a ti mujer, y lo harán evidente con un “te ayudo” seguido de tu nombre, porque no nos están ayudando a ambos dos, están ayudando a la mujer, haciendo de nuevo evidente que este es tu trabajo. Y la publicidad te lo recuerda diariamente, en Navidades o no, algunos ejemplos: eres una supermami, la gestora y ejecutora de las tareas domésticas...eso sí, se puede hacer con mucha alegría y marcha.
Evidentemente este fenómeno se
generaliza cuando se hace referencia al cuidado de personas, donde las cuidadoras son madres o abuelas,
Pero volvamos al tema que nos
ocupa: la Navidad. Qué decir de los regalos, tampoco me gustan las fiestas
navideñas porque creo que se potencia el consumo desmesurado, donde se compra
lo que no se necesita, esta costumbre está empezando a cambiar pero desgraciadamente
por los efectos de la crisis y con quien menos debería “aplicarse el cuento”,
afortunadamente en algunos otros casos, porque se empieza a tener conciencia
del tema.
Y dentro del capítulo regalos aquellos que tengamos niños y niñas nos encontramos con los juguetes, los cuales reflejan claramente el estereotipo de género. A mi personalmente me resulta muy preocupante ya que estamos hablando de la generación que ha de consolidar la igualdad de oportunidades y continuamente están recibiendo mensajes que me hacen pensar que a esto de la igualdad le faltan dos generaciones, y ya veremos....
Puede parecer un poco freaky, pero cada año realizo un análisis de los diferentes catálogos de juguetes, cierto es que parece que van mejorando en lo que a estereotipos se refiere pero a años luz de lo deseable. Los juguetes reflejan que el ámbito doméstico-familiar son para niñas y a los niños van destinados los coches, motos o construcciones, y luego nos preguntamos porque chicos y chicas muestran diferentes preferencias al escoger sus estudios o futuros trabajos... De nuevo algunos ejemplos de anuncios en la televisión:
- ¿Jugamos a hacer la compra del super?
- ¿Conducimos camiones?
- O ¿en qué trabajan hombres y mujeres en un aeropuerto?
Y podría encontrar una larga lista
pero no os quiero aburrir. Otro tema serían los valores que transmiten, como el consumismo como ocio.
Por suerte algunas empresas como
lego nos han sorprendido favorablemente estas navidades con su nueva línea lego
friends y aunque es mejorable, ya que de
nuevo el ámbito doméstico parece ser el mejor reclamo para niñas, también hay
que reconocer que me encantó su laboratorio de inventos.
También me encantó la última de Disney “Brave” , que estas navidades la hemos
vuelto a ver en el sofá de casa, con palomitas incluidas.
En fin, reuniones que recuerdan
cuál debe ser el papel de hombres y mujeres en la sociedad, juguetes que les
recuerdan a nuestros hijos e hijas cuáles deben ser su rol, todo ello reforzado
con claros mensajes publicitarios.
Las Navidades son una de las épocas del año en que se hace más evidente las carencias en cuanto a la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, también otras muchas desigualdades que no hacen referencia al género y que bien merecen unos cuantos artículos.
Por eso no me gustan, porque me ponen en las narices una fotografía de nuestra sociedad y, de momento, me parece fea, fea. Así que yo le pido a los Reyes Magos que me traigan unas Navidades más igualitarias y educativas para que todos y todas, ahora y en el futuro, las podamos disfrutar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario