viernes, 15 de noviembre de 2013

SOBRE PANTALONES Y CORBATAS





En tu casa ¿quién lleva los pantalones? Cualquier persona que oiga esto  sabrá qué significa la frase hecha “llevar los pantalones", hace referencia a la persona que  toma decisiones, tiene el poder, a la que se le asocia una prenda de ropa masculina. La expresión evidencia la creencia de que el poder es masculino. Así, se acostumbra a relacionar lo masculino y femenino con diferentes características. En general la racionalidad, la autoridad, el control y el poder se suelen asociar a lo masculino, mientras que las mujeres se tienden calificar como sensibles, comunicativas, serviciales y con interés por las otras personas.

Por qué de este artículo:
Hace unas semanas @MartaPastor twitteaba la noticia “En la última década se ha duplicado el número de mujeres en las fuerzas armadas” interesante como todo lo que twittea.
En todo caso nos llamó la atención la foto que ilustraba la noticia:



Una señora militar luciendo en su uniforme una hermosa corbata,  cosa que siempre me ha producido desagrado. En el caso de las organizaciones la frase hecha “¿en tu casa quién lleva los pantalones?” se podría asimilar a: “y en tu empresa ¿quién lleva la corbata?” 

Edgar Schein, psicólogo social y profesor del MIT (Massachusetts Institute of Technology), argumenta que el estereotipo que relaciona la dirección con la masculinidad es una de las principales dificultades para las mujeres líderes y que afecta negativamente a las mismas en los procesos de selección y promoción a puestos directivos. Es lo que el autor llama “think manager- think male” (pensar en dirección-pensar en masculino). De este fenómeno también se hace eco el estudio "Mujer y Liderazgo en el siglo XXI" , véase la pág. 203 “a la persona que acepta el puesto de responsabilidad  se le atribuyen más rasgos masculinos (tales como ambición, egoísmo, agresividad) que  a la persona que no lo acepta”.


Pues bien, volviendo a las corbatas, los uniformes, e incluso las denominaciones de determinados puestos de trabajo, también cronifican este estereotipo y dejan clara evidencia de  lo mucho que aún nos queda por avanzar en igualdad de oportunidades. Les voy a poner un ejemplo: ¿se acuerdan ustedes cuando las azafatas de vuelo eran azafatas?, un puesto de trabajo claramente feminizado hasta que los hombres se fueron incorporando pero, ¿como azafatos? No! Como auxiliares de vuelo. El puesto de trabajo es el mismo pero no deja de ser curioso el cambio de denominación, algo más glamourosa...
De la misma manera a los hombres incorporados se les cambió el uniforme y se diseñó uno para ellos. Cosa que, dicho de paso, me parece de lo más normal.


Pero ¿qué ocurre cuando es al revés?, cuando son las mujeres las que se incorporan a puestos masculinizados?. Pues que las señoras se disfrazan de señores para poder hacer su trabajo. Como si la autoridad, el poder, la seguridad o la competencia profesional técnica fueran parejos a lo masculino y ahí es donde cobra protagonismo esa pieza de ropa: la corbata, de uso por lo general masculino.

Veamos también algunos ejemplos en los uniformes de:
Comparo el uso de la corbata en uniformes femeninos al lenguaje. Ambos tienen una influencia directa en la construcción de valores y creencias que transmiten. Si las palabras son un vehículo en la transmisión de ideas, también lo es la imagen, y en concreto la que proyectan los uniformes con sus corbatas que operan de manera silenciosa en el mantenimiento de estereotipos, suponen un freno a los avances en la igualdad de oportunidades,  en concreto en la visibilidad de la las mujeres en puestos clásicamente ocupados por hombres(Referenciando a Guía de Comunicación en igualdad. Universidad de Cantabria).

Así, que a quién corresponda: diseñadores y diseñadoras, empresas de uniformes, personal de gestión de personas que escogen proveedores de uniformes, representación legal de las personas trabajadoras... tienen ustedes un reto en la visibilización de las mujeres en ciertas profesiones, no las hagan disfrazarse para trabajar. 
Porque si ya nos parece un anacronismo la frase "quién lleva los pantalones"  no caigamos en el mismo error con "las corbatas"

Mar Gaya









lunes, 25 de marzo de 2013

Para estos días de vacaciones, un cuento para reflexionar.


Como estamos "medio de vacaciones" algo relajado para estos días: se trata del cuento de la Jirafa y el Elefante, ahí va, sencillito pero con un mensaje muy potente:


En una pequeña comunidad de las afueras, una jirafa había construido una nueva casa
para su familia. Era una casa ideal para jirafas, con una entrada y unos techos altísimos.
Las altas ventanas aseguraban el máximo de luz y buenas vistas a la vez que protegían
la privacidad de la familia. Los vestíbulos estrechos ahorraban un espacio importante
sin comprometer la comodidad. Estaba tan bien hecha que le concedieron el Premio
Nacional de Jirafas a la Casa del Año. Sus propietarios estaban muy orgullosos.
Un día, la jirafa estaba trabajando en su moderno taller de carpintería situado en el
sótano y miró por la ventana. Bajando por la calle iba un elefante. “Yo le conozco”,
pensó. “Trabajamos juntos en el comité del APA. Me pareció un trabajador excelente.
Voy a preguntarle si quiere ver mi nuevo taller. Quizá incluso podamos trabajar juntos
en algún proyecto.” Así pues, la jirafa asomó la cabeza por la ventana e invitó a entrar al
elefante.
El elefante estaba encantado: él también había disfrutado el trabajar con la jirafa y
estaba deseando conocerle mejor. Además, había oído hablar de la carpintería y quería
verla. Así que se acercó a la puerta del sótano y esperó a que se abriera.
“Pasa, pasa”, dijo la jirafa. Pero inmediatamente se encontraron con un problema: la
cabeza del elefante cabía por la puerta, pero no había manera de que su cuerpo entrara.
“Menos mal que hicimos esta puerta extensible para poder meter mejor el equipo y los
materiales en la carpintería” dijo la jirafa. “Dame un minuto mientras soluciono este
problemilla”. La jirafa quitó algunos cerrojos, aflojó las bisagras y retiró los paneles. El
elefante pudo pasar.
Poco después, ambos se encontraban felizmente intercambiando anécdotas de su trabajo
cuando, de repente, la mujer de la jirafa metió la cabeza por las escaleras del sótano y
llamó a su marido: “¡Al teléfono cariño! Es tu jefe”.
“Mejor subo y lo cojo en el cuarto de estar”, dijo la jirafa al elefante. “Por favor, ponte
cómodo, esto puede que me lleve un rato”.
El elefante miró a su alrededor. Vio una pieza todavía sin acabar sobre el torno de la
esquina más alejada y decidió examinarla más detenidamente. Pero, según se movió
hacia la entrada de la tienda, oyó un crujido que no auguraba nada bueno. Retrocedió y,
rascándose la cabeza, pensó: “Quizás deba subir donde está la jirafa”. Pero, según
comenzó a subir las escaleras, oyó como éstas empezaban a resquebrajarse. Bajó de un
salto y se cayó contra la pared. ¡La pared también se desmoronaba! Mientras estaba allí
sentado, despeinado y consternado, la jirafa bajó por las escaleras.
“Pero… ¿qué está pasando aquí?” preguntó la jirafa asombrada. “Estaba intentando
ponerme cómodo”, contestó el elefante.


La jirafa miró alrededor. “¡Ah! ya veo cuál es el problema. La entrada es demasiado
estrecha. Tendremos que hacerte más delgado. Hay un gimnasio aquí cerca que ofrece
clases de aeróbic. Si te apuntas, podríamos conseguir que bajaras de talla.”
“Es posible…” murmuró el elefante, no muy convencido.
“Y las escaleras son demasiado débiles para soportar tu peso” continuó diciendo la
jirafa. “Si te apuntaras a unas clases nocturnas de ballet, estoy seguro de que eso
ayudaría a que bajaras de peso. Realmente espero que lo consigas. Me encantaría tenerte
aquí.”
“Quizás”, dijo el elefante. “Pero, para serte sincero, no estoy muy seguro de que una
casa diseñada por y para una jirafa pueda servir en algún momento para un elefante. Al
menos, no hasta que se produzcan algunos cambios importantes”.


(De R. Roosevelt Thomas, (1999) Building a House for Diversity. New York, et.al.:
American Management Association, pp. 3-5.)


Algunas preguntas:
- ¿En nuestras empresas caben todas las personas o están diseñadas sólo para unas cuantas?
- ¿Vivimos la diferencia como algo a solucionar?
- ¿Hemos identificado los cambios importantes que debemos hacer en nuestra organización para que todas las personas tengan su lugar?


Feliz semana!
Mar





miércoles, 6 de marzo de 2013

La mujer responde ante la crisis

A través del twitter de @angelesbrinon llega este vídeo elaborado por la Oficina de Información del Parlamento Europeo en España, en colaboración con la Representación de la Comisión Europea en España con motivo del Día de la Mujer 2013 dedicado este año a la crisis.
Aquí os lo dejo La mujer responde ante la crisis

Feliz semana!
Mar

martes, 19 de febrero de 2013

Brecha salarial o trabajar casi 3 meses más para ganar lo mismo que un hombre



En España ser una mujer trabajadora es un mal negocio, mucho peor si es una señora con estudios superiores y ocupa un puesto de responsabilidad en el sector servicios.


En general, la media de la diferencia de sueldo en España es del 15,3% y “en ningún caso, las mujeres perciben mayor remuneración que los hombres”.

  •  La brecha salarial aumenta cuanto mayor es la formación que tiene la persona empleada, así los hombres sin estudios ganan un 17,7% más que las mujeres sin ellos. Respecto al colectivo con estudios superiores los hombres ganan un 30,3% más que las mujeres con la misma cualificación.
  •  La brecha es prácticamente inexistente entre las personas jóvenes pero ésta aumenta con la edad.
  •         En la remuneración variable la diferencia se amplia y las mujeres cobran un 37% menos que los hombres.
  • Si se atiende a la responsabilidad, la brecha salarial es mayor entre aquellas personas que tienen puestos en los que ésta es mayor. Las directivas cobran de media un 33,2% menos que los hombres en la misma posición, en el otro polo las mujeres que ocupan puestos que no requieren cualificación cobran un 11,9% menos.


      Para reflejar estos porcentajes en euros, que es de lo que se trata, supone que los hombres con puestos de trabajo no cualificados perciben unos 1.500 euros más al año que sus compañeras en los mismos puestos y si es una mujer directiva percibirá 7.600 euros menos al año en concepto de pagos por rendimiento.

Así que, aunque me enoje encontrarme a veces con mujeres que rechazan la promoción a un puesto de mayor responsabilidad, debo reconocer que ante estas cifras nuestras directivas no sólo son las mejores, no olvidemos que continuamente han de demostrar su valía, sino las más generosas. No me extraña que se hagan esa pregunta tan típicamente femenina ante un oferta de promoción: ¿vale la pena? Y que la respuesta sea NO.

El informe concluye que el 53% de la diferencia de retribución a mujeres que reciben un salario fijo respecto a sus compañeros no se puede atribuir a nada más que a factores discriminatorios.  

Y así un año más, tal semana como, hoy hablamos del asunto y hasta el año próximo, porque no nos dirán ustedes que no conocían, más o menos, estos datos  y sin necesidad de leer ningún informe. ¿Hasta cuándo?

Al mismo tiempo que ve la luz este informe, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad nos comunica que podrá en marcha a partir de este año un paquete de medidas para reducir estas diferencias salariales, hay experiencias en este sentido en Quebec, Canadá y en la Unión Europea pero sin leyes que sancionen la brecha salarial, excepto en Chile que hace 3 años incorporó al Código del Trabajo en principio de igualdad de oportunidades, a pesar de eso las últimas cifras revelan que la brecha ha seguido aumentando.

¿Leyes débiles, inaplicables?, en mi opinión estereotipos de género aún muy arraigados en la cultura que otorgan a los trabajos realizados por mujeres un menor valor.

No es que legislar no sea un buen comienzo, la Ley de Igualdad ha permitido, o obligado, a algunas empresas españolas a sacarse una foto del estado de la situación de igualdad de oportunidades   y corroborar que en ésta no salían demasiado favorecidas. La ley también ha ofrecido la oportunidad de poder hacer consciente a las personas con poder de decisión sobre cómo algunos procedimientos de gestión son discriminatorios.  Pero cuando se trata de aspectos realmente diferenciales como establecer cuotas de participación entonces alguien pone el grito en el cielo y argumenta que se limita la capacidad de las empresas para decidir cómo organizar su negocio, y afloran las resistencias empresariales a la igualdad de oportunidades. En la misma línea el gobierno español ha rechazado que la UE imponga cuotas femeninas en los consejos pero, paradójicamente, nos anuncia el anteriormente mencionado paquete de políticas para reducir la brecha salarial, ¿ejemplo de falta de coherencia?, permítanme dudar sobre un efectivo resultado de las mismas.

Pero en los negocios, como en la vida, no vale todo y las empresas no pueden obviar su responsabilidad en el tipo de sociedad que están co-creando. La discriminación salarial no sólo afecta a las mujeres, supone un desperdicio de talento, las mujeres suponen el 60% de alumnado que finaliza una carrera universitaria, y la discriminación salarial supone despreciar el potencial de desarrollo y crecimiento económico de un país y, en nuestro caso, no estamos para ir desaprovechando o, como está sucediendo, regalando nuestro talento.

Una sociedad avanzada pasa por poner a las personas en el centro de todas sus políticas. Los Gobiernos deben comprometerse para extinguir el fenómeno  de la discriminación desde políticas activas y proactivas, hasta el momento encuentro a faltar valentía y compromiso, más allá de un discurso políticamente correcto.

Supongo que el próximo año volveremos a hablar y escribir sobre el tema, esperemos, por lo menos que las cifras hayan mejorado.

Mar

viernes, 8 de febrero de 2013

A estudiar!!!!

Para todas las personas que nos dedicamos a la igualdad de oportunidades en la empresa, externa o internamente os recomiendo la formación a la que se puede acceder a través de la web igualdadenlaempresa, yo la realicé hace tiempo y me parece de muy buena calidad.

os podéis inscribir, pero de momento ya podéis acceder a los módulos, en el link http://www.igualdadenlaempresa.es/servicios/formacion/home.htm

 y a empezar a estudiar.

feliz fin de semana!
Mar


lunes, 7 de enero de 2013

POR FIN ACABARON LOS FESTEJOS NAVIDEÑOS.


Estaba deseando que llegara el día de hoy, no me gustan las fiestas de navidad.

Buscando algo de información en internet encuentro artículos sorprendentes como ¡No me gusta la navidad!donde se analizan las posibles causas de este casi trastorno y aportan algunos consejos para sobrellevarlo.


En principio  en el DSM-IV (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, para las personas que no estáis en la materia), no creo recordar la descripción de un trastorno de estas características así me quedo más tranquila. Bromas aparte, me gustaría hacer una reflexión con perspectiva de género respecto a estas fechas y que antes que yo ya lo hizo Rubén Sánchez en su fantástico blog “El dit a la nafra”

Y es que es en estos días cuando, a pequeña escala, se visualiza la asignatura pendiente de la igualdad de oportunidades, al fin y al cabo las familias no son más que microsociedades y un claro reflejo de nuestra sociedad. Es en esta época del año donde se hace más evidente, por lo menos para mis ojos, las desigualdades que hemos heredado y que siguen ahí.

Llegó la Navidad, y con ella las reuniones familiares en las que nuestras madres y suegras se pasan el día en la cocina para el disfrute familiar, con la ayuda de sus compañeros ya jubilados, con la diferencia de que sus hijos e hijas ya “son mayores” y tienen su propia familia, pudiéndose librar algunos días del secuestro culinario, y ahí es donde entramos en escena la nueva generación, en mi caso hombres y mujeres que estamos alrededor 40 años y ¿cuál debe ser el rol femenino aceptado socialmente en estas fechas?:

La cocina doméstica es  femenina:
Nos hemos incorporado al ámbito público pero la esfera doméstica sigue siendo territorio femenino, así aún cuando tu compañero/marido sepa dónde se guardan en casa los vasos, cubiertos o cualquier otro objeto del ámbito de la cocina, lo más probable es que tus invitados e invitadas te pregunten a ti, mujer ¿dónde puedo encontrar un vaso?
Durante la comida tus invitados e invitadas te reconocerán el trabajo hecho, aunque tu compañero/marido haya colaborado a partes iguales en la preparación, ya que se sobreentiende que algo tan bueno realizado en el ámbito doméstico lo ha realizado la mujer, otro cantar sería si el ágape se realiza en un restaurante, donde se supondrá que lo habrá elaborado el Chef, no la Chef. 
      Por cierto, has de saber que si has trabajado todo el día en tu actividad profesional habitual y has ido como loca para tenerlo preparado, tiene más mérito.

La limpieza post fiesta también:
En el momento de recoger la mayoría te querrán ayudar, a ti mujer, y lo harán evidente con un “te ayudo” seguido de tu nombre, porque no nos están ayudando a ambos dos, están ayudando a la mujer, haciendo de nuevo evidente que este es tu trabajo. Y la publicidad te lo recuerda diariamente, en Navidades o no, algunos ejemplos:  eres una supermami, la gestora y ejecutora de las tareas domésticas...eso sí, se puede hacer con mucha alegría y marcha.
      
Evidentemente este fenómeno se generaliza cuando se hace referencia al cuidado de personas, donde las cuidadoras son madres o abuelas, 

Pero volvamos al tema que nos ocupa: la Navidad. Qué decir de los regalos, tampoco me gustan las fiestas navideñas porque creo que se potencia el consumo desmesurado, donde se compra lo que no se necesita, esta costumbre está empezando a cambiar pero desgraciadamente por los efectos de la crisis y con quien menos debería “aplicarse el cuento”, afortunadamente en algunos otros casos, porque se empieza a tener conciencia del tema.

Y dentro del capítulo regalos aquellos que tengamos niños y niñas nos encontramos con los juguetes, los cuales reflejan claramente el estereotipo de género. A mi personalmente me resulta muy preocupante ya que estamos hablando de la generación que ha de consolidar la igualdad de oportunidades y continuamente están recibiendo mensajes que me hacen pensar que a esto de la igualdad le faltan dos generaciones, y ya veremos....

Puede parecer un poco freaky, pero cada año realizo un análisis de los diferentes catálogos de juguetes, cierto es que parece que van mejorando en lo que a estereotipos se refiere pero a años luz de lo deseable. Los juguetes  reflejan que el ámbito doméstico-familiar son para niñas y a los niños van destinados los coches, motos o construcciones, y luego nos preguntamos porque chicos y chicas muestran diferentes preferencias al escoger sus estudios o futuros trabajos... De nuevo algunos ejemplos de anuncios en la televisión:

Y podría encontrar una larga lista pero no os quiero aburrir. Otro tema serían los valores que transmiten, como el consumismo como ocio.

Por suerte algunas empresas como lego nos han sorprendido favorablemente estas navidades con su nueva línea lego friends y aunque es mejorable, ya que  de nuevo el ámbito doméstico parece ser el mejor reclamo para niñas, también hay que reconocer que me encantó su laboratorio de inventos.





     También me encantó la última de Disney “Brave” que estas navidades la hemos vuelto a ver en el sofá de casa,  con palomitas incluidas.

       En fin, reuniones que recuerdan cuál debe ser el papel de hombres y mujeres en la sociedad, juguetes que les recuerdan a nuestros hijos e hijas cuáles deben ser su rol, todo ello reforzado con claros mensajes publicitarios.  

Las Navidades son una de las épocas del año en que se hace más evidente las carencias en cuanto a la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres,  también otras muchas desigualdades que no hacen referencia al género y que bien merecen unos cuantos artículos.
Por eso no me gustan, porque me ponen en las narices una fotografía de nuestra sociedad y, de momento, me parece fea, fea. Así que yo le pido a los Reyes Magos que me traigan unas Navidades más igualitarias y educativas para que todos y todas, ahora y en el futuro,  las podamos disfrutar.